La judicatura iraní ha reducido las sentencias de las periodistas Nilufar Hamidi y Elaha Mohammadi a cinco años de prisión. Inicialmente fueron condenadas por varios delitos, incluyendo colaborar con entidades extranjeras para desestabilizar el país. Sin embargo, ahora han sido absueltas de los cargos más graves, lo que ha llevado a una reducción de su tiempo en prisión.
Organizaciones de derechos humanos en Irán están pidiendo la liberación inmediata e incondicional de las periodistas, citando la amnistía general declarada por el líder supremo del país para muchos detenidos involucrados en las protestas. El caso contra Hamidi y Mohammadi se considera aún no resuelto, y hay demandas para que su libertad se alinee con los términos de la amnistía.
El año pasado, ambas periodistas negaron todas las acusaciones en su contra y enfatizaron su compromiso en amplificar las voces del pueblo iraní. El encarcelamiento inicial surgió de su cobertura sobre la muerte de la joven Mahsa Amini, quien falleció estando bajo custodia, desencadenando importantes disturbios públicos en todo el país.
La muerte de Amini en septiembre de 2022 fue controversial, con las autoridades atribuyéndola a una condición preexistente, mientras que manifestantes y activistas afirmaban que fue una víctima de la opresión estatal. Las manifestaciones tras su fallecimiento resultaron en una considerable pérdida de vidas, intensificando aún más las demandas por justicia y libertad de prensa en Irán.
La reciente reducción de las sentencias para periodistas en Irán ha suscitado debates y planteado cuestiones importantes en el ámbito de la libertad de prensa y los derechos humanos.