El Hospital Niño Jesús y el Gregorio Marañón han incorporado dos exoesqueletos diseñados para la rehabilitación en niños de 3 a 12 años con daño cerebral o lesión medular y que puedan mantenerse de pie y moverse libremente.
Estas herramientas son únicas en el mundo y permitirán que niños como Adolfo, de 9 años, pueda, por ejemplo, jugar a la pelota, una tarea antes imposible para él, y que hoy ha compartido con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha visitado el centro hospitalario, acompañada del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
Adolfo tiene una miopatía congenita que le impide andar pero gracias a este exoesqueleto puede ponerse de pie y caminar en las instalaciones del Niño Jesús, y tener más autonomía, además de mejorar su resistencia cardiopulmonar.
El exoesqueleto sustenta al niño desde el tronco hasta los pies y le permite moverse libremente, incluso hacia atrás
«Mamá, no sabía lo que era andar», dijo a su madre, Alicia, cuando pudo hacerlo por primera vez, gracias al trabajo conjunto de ingenieros, fisioterapeutas, mecánicos, y todos los especialistas del Hospital Niño Jesús.
La madre ha agradecido que la Comunidad de Madrid apueste por proyectos como este para dar a niños como Adolfo «un futuro», ya que le ha permitido mover las articulaciones, mantener la extensión de rodillas y no tener que volver a ser intervenido, y jugar de pie con sus hermanos.
Adolfo ha ganado fuerza y resistencia en las piernas gracias a este exoesqueleto, que utiliza desde el curso pasado en el hospital, y le permite hacer transferencias en su silla de ruedas, porque le hace mover también los miembros superiores.
Además, este aparato tiene beneficios a nivel respiratorio y digestivo y a nivel emocional. «Tenemos que tener en cuenta la salud mental del niño con discapacidad, niños como él necesitan sentirse fuertes, necesitan motivación, y herramientas que les den esperanza y confianza en su futuro», ha subrayado Alicia.
Díaz Ayuso ha asegurado que la incorporación de exoesqueletos al Servicio Madrileño de Salud va a ser «un gran avance para todos los niños que se van a beneficiar de esta tecnología, para sus padres, para los profesionales sanitarios que se desviven por su mejora permanente, para nuestra sanidad que apuesta por la innovación y aumenta sus prestaciones a los ciudadanos; y para la ciencia española».
El exoesqueleto sustenta al niño desde el tronco hasta los pies y le permite moverse libremente, incluso hacia atrás. Está compuesto por ocho articulaciones activas que aportan movilidad total en todas las direcciones y sus dimensiones son fácilmente ajustables al crecimiento del menor.